Nuestra Historia
La Fundación nació como un acto de amor y solidaridad hacia las familias con niños que enfrentan el cáncer. Todo comenzó con una experiencia profundamente personal: Yadira, tía de nuestra directora, fue diagnosticada con cáncer infantil y falleció a temprana edad. Su historia nos permitió comprender de cerca los desafíos emocionales, médicos y económicos que atraviesan tantas familias.
Años después, en 2010, la abuela de la directora también perdió la vida a causa de esta enfermedad. En medio del dolor, encontramos consuelo en un mensaje que nos dio fuerza y esperanza: el amor de Dios. Impulsados por ese mensaje, formamos un equipo de voluntarios comprometidos con acompañar a niños y familias durante sus tratamientos oncológicos. Tras dos años de visitas constantes a hospitales y albergues, en 2012 dimos el paso definitivo: constituimos oficialmente la Fundación, con el propósito de ser un canal de apoyo, fe y esperanza para quienes más lo necesitan